(Caretas, 20.01.2011)   Datum, CPI y Apoyo lo ponen en la punta. "Apristona" Idice tiene otros números.

Enero trajo el repunte en las encuestas de Alejandro Toledo. El “cholo” cuenta con una ventaja un tanto inesperada en el sector rural.

En su reciente libro Opinión Pública 1921-2021, Alfredo Torres de Apoyo reparó en la tendencia del retorno de los presidentes peruanos, aunque añade que las segundas partes solían estrenarse con unos diez años de distancia. “Es una constatación histórica”, señala.  ¿Se requería de más tiempo para idealizar el pasado?

¿Cómo entonces Toledo podría adelantar su momento? Torres reconoce que “si bien tuvo muy bajos índices de popularidad, su gobierno vivió objetivamente una época de bonanza. Su impopularidad fue por cuestiones sobre todo superficiales. Toledo ha manejado bien su timing. Se ha demorado para regresar al Perú e hizo una lectura del escenario político en el que vio que había un espacio en la centro izquierda relativamente descubierto”.

Otra de las tendencias de las urnas peruanas que Torres detectó es que quien critica al gobierno saliente cuenta con mayores posibilidades de ganar. Toledo parece aplicar la lección al dedillo. “La gente quiere algo diferente a García y él representa un cambio. Y así como el propio García se presentó como el cambio responsable, Toledo está haciendo un poco lo mismo”.

Torres recuerda que “en realidad, Fujimori y Castañeda siguen con sus votos. Hace un año Toledo estaba en el cuarto lugar y Humala en el tercero”.

¿Qué ha pasado entonces con el voto del líder nacionalista?

“Humala tenía cierto monopolio de la población andina y rural. Ni Alan García ni Lourdes Flores tuvieron su capacidad para llegar a ese electorado en el 2006. Humala se encontró con ese espacio y lo capitalizó muy bien”. Pero Torres recuerda que “en el 2001 Toledo ganó entre esa misma población”.

Para Juan de la Puente, “es evidente que Toledo sube porque tiene voto popular y le ha quitado votos rurales a Humala. Y hay gente que da por muerto a éste pero yo no lo haría. Él puede volver a ser el outsider. El re-outsider”. Explica que hasta ahora el formato de la campaña es el del 2001, “con tres punteros que no cuestionan el modelo político ni económico. Ahí el debate está en las personalidades. El modelo del 2006 incluyó la presencia de uno que sí lo cuestionaba, que era Humala, y el consiguiente voto con la nariz tapada de un sector a favor de García”. El analista cree que una “guerra fratricida” entre los candidatos del centro puede conducir a la emergencia de “un tercero disponible”.

Si alguno es percibido como el candidato del establishment, eso le resta posibilidades. La gente no quiere que se quiebre el modelo pero al mismo tiempo somos un país de “demócratas insatisfechos”.

Otro que busca desde la otra orilla ser el tercero disponible es Pedro Pablo Kuczynski. Al diario La República le dijo que tiene encuestas propias de 3,300 personas que le otorgan el 9%. Ojo, porcentaje similar al que le da Idice, la encuestadora “apristona” usualmente ignorada en los medios y que es también la única que pone a Castañeda en la punta, seguido por los casi igualados Toledo y Fujimori. Cierta percepción en el ambiente tiene a PPK robándole votos a Toledo pero todavía no se ve reflejada en las demás encuestas.

Una potencial segunda vuelta entre Toledo y Castañeda promete final de infarto. Aunque Torres recuerda que “el problema es que muchas veces pensamos en términos ideológicos cuando el electorado no lo hace así, cabe recordar que el sentimiento filo-fujimorista “y para tal caso, filo-aprista, pues una fuente recuerda que en el partido del pueblo le tienen a Toledo ‘un repudio casi animal’” puede encontrarse más cerca del ex alcalde que del ex presidente. Nada está dicho. (Enrique Chávez)